Una
noche más...
cansado
de escuchar palabras al viendo que mejor es ni escuchar,
cada
segundo una frase nueva,
una
fase nueva por experimentar,
cada
estocada más fuerte y más débil,
pero
lo mejor es aguantar,
sé
bien que pasará,
así
pasó la primera,
la
segunda,
la
tercera y todas las veces
sigo
aquí, en pie, firme,
iluminado
por la fe,
aquella
que desde niño me enseñaron con una canción...
Desde donde nace el sol... hasta donde el sol se pone en el nombre
de Dios seré salvado!
apenas
y sabía escribir,
pero
las palabras estaban allí,
vivas,
vivas
en mi en mi pecho,
las
sentía,
vibraban...
Cómo
no sentir hoy aquello que no se dice?
Si
el pensamiento sabe exactamente la dirección de las palabras,
una
llamada telefónica negada,
puede
decir más...
que
toda la conversación llevada,
una
mirada que no se enfrenta,
puede
lastimar mas que mil palabras...
Un
momento no vivido,
puede
significar una vida,
mi
vida,
construida
y desconstruída,
por
las mismas manos,
por
los mismos artesanos,
aquellos
que un día me formaron,
me
transformaron...
No
soy aquél,
no
soy éste,
por
lo menos,
ése
que ellos ven,
enséñame
la ventana por la que tengo que ver,
que
no entiendo lo que ven,
llévame
de la mano como lo hacías antes,
canta
conmigo como me enseñaste,
enséñame
a barrer las heridas...
como
las hojas secas,
muestra
para mi tus enseñanzas,
tus
lugares preferidos,
tus
andanzas,
sigo
siendo el mismo.
Soy
solo el eco de aquello que llamas.
Alguna
vez me dijiste...
no
tengas miedo a las palabras,
no
tengas miedo.
Sé
fuerte,
no
llores,
si
lloras...
darás
gusto aquellos que quieren lastimarte.
Sabes,
no tengo pena en llorar,
ni
miedo en ser lastimado por ti,
tú
me transformaste al moldearme.
Lastimas mi estructura,
la
cambias por una nueva que no reconozco,
déjame
mostrarte...
No
soportaría más el no escucharte,
lo
viví,
me
alejé,
me
escondí...
para
no lastimarte.
hoy...
a
8000 km,
nuevamente
lo vivo,
como
si fuera ayer,
no
consigo el olvidarte,
para
mí,
tus
palabras fueron...
Son
aquellas que mantuvieron viva la esencia,
alguna
vez escribí,
alguna
vez pinté,
alguna
vez canté,
alguna
vez me admiraste...
Eso
me transformó,
fue
una metamorfosis hermosa,
bella...
Me
engrandeció!
Hoy
pareciera ser reflejo,
de
todo aquello,
que
alguna vez olvidaste.
El
dolor es inevitable,
el
sufrimiento es voluntario.
...Lo
reconozco estoy sufriendo por que así lo quiero,
me
mantiene vivo,
me
recuerda que una vez,
sobreviví
a lo que dejaste,
a
lo que humillaste,
borraste,
como
si fuera un error en el diario,
ese
diario que construimos juntos,
cuando
me tomaste.
Sí,
lo
acepté una vez,
pero
tú...
me
transformaste.
Es
también tu responsabilidad,
no
estaba solo,
tú
estabas allí,
mi
nombre gritaste,
una
y otra vez
y
sin pensar...
sin
siquiera pestañear,
me
controlaste.
Por
que así lo permití?
por
que así lo permito.
Hice
tanto por no vivirlo,
que
en esta posición me dejaste.
Ahora
el camino esta trazado,
no
tengo como reiniciarlo,
solo
que de esta vez, lo definitivo me asusta,
duele
saber que todo cambió,
que
tú me cambiaste,
no,
no lo acepto,
reniego
de aquello que me enseñaste y aprendí.
Por
qué no me dejaste?
Por
qué ahora?
Estaba
allí y me tomaste!
Por
qué a mi?
Para
qué?
Cuál
fue el sentido de tu obsesión?
Cuál
fue el sentido para tanto desastre.
Si
lo escribo no lo lees,
si
lo canto no lo escuchas,
si
lo pinto... no lo tienes,
si
camino no avanzo,
quisiera
estrechar tus sentimientos,
sentir
lo que tantas veces me mostraste,
hoy,
siento que no salió el sol,
hoy,
siento
que no siento...
Hoy.
Supéralo,
el pasado ya pasó,
me
consolaste...
Si
lo sabías,
Por
qué lo dejaste?
Acabó
conmigo como un traste,
tras
la puerta, golpeó mis emociones mas vulnerables...
Y
pretendes que lo pase...?
De
su mano me entregó para el desastre...
Y
tu, sin mirar atrás,
te
alejaste,
devuélveme
la luz,
dame
la vida,
aquella
que te dí, llena de sueños,
devuelve
el corazón a mi pecho,
que
hoy vacío y desecho,
de
llorar se acuerda hoy de ti,
hoy,
que
siento, que no siento,
hoy,
que
no me contestaste.
Y si apagara todo?...
Será,
que notarás mi ausencia?
Mi
desgaste?
Hablas
como si cantaras, me dijiste,
de
tu música me alimentaste,
cómo
olvidar la letra de una canción jamás cantada?
Cómo
entender aquello que nunca fue explicado?
Cómo
darle cuerda a la suerte?...
Cuando
pareciera que ya no hay mas jugada...
Me hiciste falta,
te
escuchaba cuando no estabas,
me
reía de tus chistes y bromas
cuando
en silencio te recordaba,
me
despertaba repitiendo tus frases.
Como
muñeco de ventrílocuo me dejaste,
esperando
renacer,
esperando
tu mano para andar,
para
revivir...
mas
sin embargo aquí estoy,
ni
muñeco, ni deforme,
soy
solo aquello que tú formaste.
Avergonzarme
no puedo,
te
amo más de lo que debo,
orgulloso
me siento de haber aprendido
una
lección jamás enseñada,
no
es para encontrar culpables,
lo
que pasó, pasó y se queda en el pasado...
No
es así que lo enseñaste?
...Entonces
un buen alumno seré por primera vez, en olvidarte.
Se apagan las luces,
se
cierra el telón,
te
puedes ir...
la
función há terminado.
Torrego "Enough" 30 x 30 cm.
Mixed and silver leaf on canvas